El yoga es una disciplina que, más allá de ser un deporte, es una filosofía de vida: lo que busca es la unión entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Se originó en la India hace miles de años, y aunque llegó a Occidente a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se popularizó en 1980 como una forma de ejercicio físico y de relajación.
¡Por eso ahora es tan común escuchar que más personas lo practican! Si deseas unirteles, lee este artículo y descubre las maravillas que esta práctica traerá a tu vida, además de las formas en las que puedes comenzar a hacerlo.
El yoga es una de las disciplinas físicas más completas que existe, pues en ella se mezclan diferentes posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación, lo que favorece una vida saludable. ¡Por eso no nos sorprende que brinde tantos beneficios! Acá te contamos algunos de ellos:
Como puede que ya lo sepas, al realizar actividad física liberamos endorfinas, lo que nos ayuda con la reducción del estrés. Y ya que el yoga es un ejercicio tan completo, pues no solo lo reduce, sino que también nos ayuda a lograr un estado de relajación, tranquilidad y paz interior.
De hecho, el sociólogo Ronald D. Lessler realizó un estudio en el cual demostró que la práctica habitual de yoga puede disminuir la ansiedad y el estrés de una manera similar a la terapia médica convencional. ¡Una maravilla!
De acuerdo con un estudio realizado por la Fundación para la Investigación del Yoga del Swami Vivekananda, el yoga puede hacernos tardar 10 minutos menos en dormirnos, y hasta puede que nos haga dormir una hora más de lo habitual.
También, con la práctica del yoga podemos sentirnos más descansados después de dormir, incluso si nos hemos despertado muy temprano.
Con las diferentes posturas de yoga, o asanas, trabajamos varios músculos a la vez. Así que no solo ayuda con la tonificación muscular, también mejora nuestro estado físico general, al contribuir con nuestra resistencia, flexibilidad y equilibrio.
Increíblemente, el yoga también evita que perdamos masa ósea, reforzando nuestros huesos y previniendo que desarrollemos osteoporosis.
Muchas personas sufren de dolores crónicos en espalda o cuello, principalmente, por estar mucho tiempo con una mala postura. Otras veces se debe a las posiciones que deben mantener por su tipo de trabajo.
Afortunadamente, el yoga es sumamente efectivo para eliminar el dolor de cuello y el dolor de espalda. Lo importante es practicarlo con una buena instructora de yoga o maestro yogui, para así evitar lesiones en un futuro.
¡El yoga puede contribuir a que tengamos un estilo de vida saludable! Múltiples estudios han demostrado que contribuye a que se disminuya nuestro colesterol y nuestra presión sanguínea, lo que reduce el riesgo de que podamos sufrir infartos.
Y, como ya te hemos comentado, el yoga disminuye los niveles de cortisol, la famosa hormona del estrés, que al elevarse puede provocarnos presión arterial alta, problemas de sueño y alteraciones del sistema inmunológico. Así que al practicar yoga mejora nuestra salud mental y física.
Con las posturas corporales y técnicas de respiración que se realizan durante una sesión de yoga aprendemos a manejar nuestra concentración y alcanzar un estado mental más sereno.
¡Y ese aprendizaje lo podemos llevar a otras áreas de nuestra vida! Así podríamos, por ejemplo, aprender a concentrarnos en nuestras tareas a la hora del trabajo y evitar naturalmente las distracciones.
Durante las clases de yoga se enseña la respiración abdominal, mediante ejercicios llamados pranayamas. Ésta se trata de una respiración que comienza en el abdomen, continúa hacia la zona intercostal y termina en las clavículas. La espiración sigue el recorrido inverso; este proceso incrementa la oxigenación de las células.
Así que, a largo plazo, la práctica de yoga nos permite controlar adecuadamente nuestra respiración y a largo plazo aumenta nuestra capacidad pulmonar.
Dentro de los numerosos beneficios del yoga se encuentra su habilidad para regular y fortalecer el sistema inmunológico, haciendo que seamos más resistentes a desarrollar enfermedades e infecciones. Esto se debe, principalmente, por la reducción de los niveles del cortisol.
Sabemos que muchas posturas de yoga parecen ser algo que solo puede lograr un contorsionista, pero existen posturas de principiantes, como la postura del niño o Balasana.
¡Así que tranquilo! Tan solo con que practiquemos algunos minutos de yoga todos los días, nuestros músculos y tendones se estirarán cada vez más, aumentando nuestra flexibilidad muscular con el paso del tiempo.
Recuerda que el yoga no es solo una actividad que mejora nuestro nivel físico. Al ser considerada también como una práctica espiritual, repercute en nuestra autoestima.
Y es que sorprendentemente, repercute positivamente en nuestra estabilidad emocional, lo que se traduce en mayor confianza en nosotros mismos y lo que somos capaces de hacer con nuestra mente, cuerpo y espíritu.
Aunque tienen los mismos fundamentos, existen diferentes tipos de yoga, cada uno con su nivel de dificultad, intensidad física particular y beneficios. Algunos de los más populares son:
También conocido como yoga de poder, es un tipo de yoga que ofrece una actividad física más exigente. Las clases de este estilo de yoga suelen tener transiciones más rápidas entre una postura y otra.
En las sesiones de yoga caliente o Bikram, se realiza una serie de 26 poses en una habitación que tenga una temperatura entre los 35ºC y 37,8ºC; esto hace que se calienten y estiren los músculos, ligamentos y tendones, además de purificar nuestro cuerpo a través del sudor.
Este es el estilo de yoga más común y el que la mayoría de las personas conoce como yoga a secas. Suele incluir ejercicios de respiración y posturas con una dificultad de fácil a moderada.
Un tipo de yoga más suave. Se realizan ejercicios de respiración, cánticos y meditación. Es particularmente útil para mejorar la conexión cuerpo-mente y aumentar la concentración.
En éste se hace mucho énfasis en la alineación precisa del cuerpo durante las posturas, manteniéndolas por largos periodos de tiempo, así que nos ayuda a lograr una postura adecuada en el día a día y aumentar nuestra resistencia física.
El enfoque principal del Kundalini es la respiración más que las posturas, pues su objetivo es liberar la energía de la parte inferior del cuerpo y trasladarla hacia arriba.
En este tipo de yoga se adaptan las posturas a las necesidad y habilidades de cada persona, además de coordinar la respiración con las posturas.
Como ves, cada estilo de yoga tiene su propio enfoque y brinda un beneficio particular. Así que para que elijas el adecuado para ti, ¡primero piensa en cuáles son tus necesidades y qué quieres obtener de tus clases de yoga!
Muchas personas prefieren practicar yoga en su casa o apartamento, con la ayuda de videos tutoriales. Si ese es tu caso, te dejamos una lista de recomendaciones para que disfrutes plenamente de tus sesión de yoga:
¿Listo para empezar? Nos entusiasma que te animes a comenzar en esta saludable disciplina, pues sus beneficios no solo se limitan a mejorar el estado mental, sino que también influye positivamente en todos los sistemas del cuerpo, desde el sistema nervioso hasta el musculoesquelético.
Si deseas aprender más sobre cómo mejorar tu calidad de vida, ¡no dudes en visitar nuestro blog! En cada uno de nuestros artículos encontrarás información y consejos para lograrlo.